El pasado miércoles 30 de abril de 2025 tuve la suerte de presenciar uno de esos recitales que quedan para el recuerdo. Después de 14 años sin pisar suelo argentino, W.A.S.P. volvió con todo a Buenos Aires, y lo hizo en un lugar icónico: El Teatro Flores.

Desde que se apagaron las luces y sonaron los primeros acordes de «I Wanna Be Somebody», el clima se volvió eléctrico. La gente cantaba como un viaje directo a los años dorados del glam metal.
El show formó parte de la gira aniversario por los 40 años del disco debut de la banda. Cada tema sonó como una potencia demoledora. Pero no fue solo nostalgia: W.A.S.P. está en forma.

Blackie, a sus 68 años, sigue teniendo esa presencia imponente que lo convirtió en leyenda. Y la banda que lo acompaña —con Doug Blair en la guitarra, Mike Duda en el bajo y Aquiles Priester en la batería— suena ajustadísima. Blair se llevó varios aplausos con sus solos afilados y ese tono que corta como cuchillo.

Uno de los puntos más altos fue «Wild Child», coreado hasta por los que no tenían voz.

Ir a ver a W.A.S.P. no fue solo ir a un recital. Salí del Teatro Flores con los oídos zumbando y el corazón lleno. Ojalá no tengamos que esperar otros 14 años para volver a verlos.