Normalizando la pandemia ¿?

 

La pandemia sólo se terminará cuando todas las personas accedan a las vacunas, los tratamientos y los diagnósticos. «Médicos Sin Fronteras (MSF)»

Esto es solo para mí un pequeño resumen o ayuda memoria de como llegamos de esto a esto por así decirlo.

Pasaron bastantes cosas, viajé fuera del país dos meses antes de que se llame «pandemía» y no volví a subirme a un avión (todavía me da cosa)

…no hubo recitales por mucho tiempo…

Las canchas estaban sin público, sin esos locos a los gritos puteando a Silvio Trucco, Pitana,Delfino, Rapallini (que tire la primera piedra el que no), pero sobre todo sin olor a patty de cancha

El Defe se mando con la Copa Sudamericana y la Recopa Sudamericana ante cualquier previsión o sueño que un equipo de barrio, llamado La Sociedad de Fomento por el pueblo vecino.  Llegará algún día a la primera división, a pelear el campeonato o ganar algo en un tiempo record. Muchos sentimos muchas cosas por equipos y colores que marcaron nuestra vida, pero cuando el Club de Barrio llega alto, es imposible no sentirlo.

Ese escucho se queda ahí para siempre, a compartir lugar con Boca y todos los grandes de América del Sur.

La selección (con figuras que no me siento identificado salvo Lisandro Martínez por razón obvia), obtuvo después de tanto tiempo una copa, La Copa América.

Mas adelante se relizó la Feria del Libro de Florencio Varela

En un momento escucho sonar Gil Trabajador!! una locura, interpretado por una orquesta

Gustavo Lienhart presentando su libro Del abismo a la gloria

Tocó Attaque 77 en Tecnópolis

Hubo feria medieval en Avellaneda y tocó Lughnasadh La Force

Un día se volvió a la cancha

Y .. se pudo dar la vuelta olímpica que antes no se pudo

Otro día se volvió al Luna (se re programó con un año de diferencia)

Me emocionaron mucho con «En la Inmensidad», muchos perdimos a alguien este tiempo, ya sea por la pandemia o no, pero los perdimos.

Aunque estas vueltas a la casi normalidad son para otra historia y otro posteo, mientras tanto me voy a vivir a un Hornero (el de Marta Minujín, que la verdad quedó muy copado)

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