Rush. La banda canadiense que viene pisando los escenarios desde los finales de los 60, llegan a nuestro país en octubre de 2010, en el marco de su «Time Machine Tour«. La formación de Rush, se mantiene estable desde 1974, año en el que presentan su disco homónimo, en el cual sobresale sus complejas composiciones, en el cual su rock progresivo, sonó muy avanzado para su época, y fue captado por cientos de fans, que descubrieron en los canadienses, una nueva manera de escuchar música, en donde sus eclécticos sonidos y letras dominan el paisaje musical de la agrupación.
El grupo, mantiene la alineación original desde 1974 y está integrada por Alex Lifeson en guitarras, Geddy Lee en bajo y voz, y Neil Peart tras la batería.
La presentación en nuestro país se realizará en Estadio GEBA, en un repaso completo de su clásico álbum «Moving Pictures«, uno de los fundamentales de su discografía, editado originalmente en 1981, y adelantarán temas de su “Clockwork Angels”, que saldrá en 2011.
el publico genial, el sonido impresionante y un juego de luces tremendoo!!
prometo escribir mass 🙂
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Asi lo resumia Clarin
Sonidos fuera del tiempo
17/10/10 “Rush” El grupo se presentó en GEBA con un show de casi tres horas en el que sedujo por igual a adolescentes y cincuentones. Fue un viaje al pasado y al futuro.
“RUSH” LA BANDA EVOCÓ LOS ANTIGUOS TEMAS PARA DELEITE DE LOS NOSTÁLGICOS, Y, ADEMÁS, ADELANTÓ “BU2B” Y “CARAVAN”, TEMAS DE SU PRÓXIMO DISCO, “CLOCKWORK ANGELS”, QUE SE EDITARÁ EL AÑO PRÓXIMO.
Una banda sin tiempo a la que durante casi tres horas de show, el implacable tic-tac del reloj se amoldó en sus 36 años de carrera musical. Eso es Rush, un grupo que puede despedirse del público con una perla de 1974 ( Working Man ) o bien que la máquina del tiempo haga sonar su chicharra y se detenga en 1980 para que el trío desgrane íntegro Moving Pictures , disco por el cual muchos de los presentes en GEBA viajan mentalmente al pasado y, salvando canas y arrugas, conocieron el hipnotismo del rock progresivo, género musical que los marcaría por siempre.
El cantante y multinstrumentista Geddy Lee, el violero Alex Lifeson y el serio maestro de percusión Neil Peart se mantuvieron juntos por décadas. Son un puño firme y sostenido que suenan como un disco en vivo 2010: impecable, arrollador. El despliegue escénico de los canadienses se enmarca dentro de los aceitados engranajes ocres de la Gefilter, una inquieta máquina del tiempo con forma de vitrola que durante dos cortos bien circenses y con cierta onda polka (protagonizados por ellos mismos) hacen viajar a los músicos por distintas etapas de su vida. Es raro ver a Lee encarnando a un pastelero o a Alex en la piel de un inventor glotón que, años después, mutará en el manager de “Rash”, sus clones en la pantalla. La sonrisa de Peart sólo se dibujará en su papel de policía. Lujos de músicos que están más allá del bien y del mal.
El contador de la Gefilter se clava en 1979 con el comienzo de The Spirit of Radio del disco Permanent Waves y de allí en adelante comienza el sueño progresivo donde los relojes no paran de desfilar: la voz de Lee se mantiene intacta y los instrumentos parecen tomados de un CD de estudio. Una verdadera joya progresiva.
Luego de un intervalo de 20 minutos llegaría lo mejor: Moving Pictures (1981) hecho de punta a punta en el mismo orden que el disco. El tema esperado era The Camera Eye , encriptado hace 30 años en los setlist del grupo, donde desplegaron toda la paleta musical del grupo. ¡Histórico! Esta canción junto al colosal instrumental YYZ (Rush enchufa a su público sin necesidad de voces) empequeñeció al extraño y frío Tom Sawyer. La banda también adelantó BU2B y Caravan , temas de su próximo disco Clockwork Angels a editarse en 2011. Estos retoños revelan un álbum con onda bien rockera, lejos de los zeppelines fantasiosos en pantalla que acerca al show más a una película de Tim Burton que al típico clip progresivo de Peter Capusotto y sus videos .
Otro momento esperado: el solo de batería de Neil Peart, piedra angular para muchos bateros del género. Desde su instrumento brindó una lección de técnica y variedad mechando ritmos tribales, latinos, jazzeros y progresivos. Al toque, Lifeson pela acústica y las lágrimas corren por varias mejillas con Closer to the heart donde se unen cincuentones y adolescentes a pura disfonía. En 2112 , Rush también te tira la historia encima con potencia inusitada y lo engarzar con los paisajes de La Villa Strangiato , otro himno de los 70´s. Luego de una despedida medida y saludos de rigor (sin demagogia) retorna la brecha cinematográfica del trío sorprendiendo a dos fans con credenciales falsificadas en su backstage. ¿Retiro en vista? ¿Harán películas? No hay que pensar en ello, sólo saber que no fue un sueño. Que la espera valió la pena.