Junto con la moda retro volvió el furor por el pool. Son cada vez más los bares de la ciudad que incorporan mesas para jugar.
1. Para estudiantes: Jobs
Jobs es algo así como la meca de los bares lúdicos y ofrece un cambalache de juegos: 24 mesas de pool pobladas de hoyo a hoyo, juegos de mesa y dardos electrónicos. El día para ir es el martes, con un imbatible 2×1 en tragos y cervezas. El pool se convierte en la excusa perfecta para hacer algo mientras se bebe y se cruzan miradas con un público veinteañero, festivo y encarador.
(Arenales 2932, Palermo)
2. Para mirar el escote de las chicas cuando tiran: Jackie O
Este bar ubicado en el corazón de Las Cañitas está bueno para solteros y solteras (no excluyente, claro). Vas, te pedís algún wok, o algún buen sándwich, y esperás a que se hagan las 12. Y ahí todo se transforma. El ambiente se pone más entretenido y entre algunos que caminan, otros eligen jugar al pool, tal vez a solo fin de contemplar el momento justo en que las chicas se alistan para hacer su gran jugada.
(Báez 334, Las Cañitas)
3. Para trasnochados: La Academia
Sobre Callao, a metros de avenida Corrientes, abrió sus puertas en 1930 y no las cierra nunca. Después de cierta de decadencia, está en alza nuevamente. Curiosamente, ahora lo frecuentan especialmente las personas jóvenes y de mediana edad. Abundan los desafíos y las conversaciones con desconocidos. El fernet con coca y el maní son los dos grandes clásicos de la casa.
(Callao 336, Centro)
4. Para el levante: Cooper
Ideal para el coqueteo, taco de pool en mano, porque abundan los solteros y solteras. Cooper está ambientado de rojo, tiene una barra con gran variedad de whiskies y allí los chicos desafían a las chicas, con el objetivo de ganar en todo sentido. Se impone jugar en pareja con compañía ocasional.
(San Martín 628, Microcentro)
5. Para los indecisos: Acatraz
Falta un enano de circo gritando en la puerta: “Pasen y vean, tenemos de todo, señores: bar con cena show, baile, tragos, comida, pool, bowling y mucha gente”, y sería cartón completo. En Acatraz hay tantas cosas para hacer que no hace falta decidir el plan antes de salir de casa. Y si acaso querés jugar al pool, hace falta que te arremangues y llegues temprano, nunca después de las once de la noche, para agarrar alguna de las 15 mesas que tiene el lugar porque, sino, se corre un serio riesgo de no llegar a hacer un tiro de apertura en toda la noche.
(Rivadavia 3636, Almagro)
6. Para los que se creen John Travolta: Doctor Mason
La sóla idea de tener que bajar a un subsuelo lo cambia todo. Te sentís más antro, más canchero. Te subís el cuello de la campera de cuero hasta las orejas y bajás las escaleras para encontrarte una barra de tragos, música de boliche y una mesa de pool que completa la escena. Tu saldo melancólico de película sale a cobrar y entonces, cuando metés la negra después de una jugada maestra, empinás un trago y sonreís a medias, como mirando a la cámara que te festeja el partido ganado. Sólo falta una rocola. Y, así, pasás la noche entre tragos y tiros, creyéndote un auténtico John Travolta (pero el de los años 70).
(Araoz 1199, Palermo)
7. Para delirantes: Wrangler
En Wrangler tenés que abrir bien la imaginación y prepararte para no entender nada. Las chicas con sombreros marrones a lo cowgirl y pistolas plásticas colgando de la cintura no son ni de cerca lo más llamativo del lugar. Sólo levantá la vista y fijate. Vas a ver un trencito colgando y un ajedrez dado vuelta que parece volar. Este bar, primer piso a la derecha, está diseñado para pasar horas apostado en alguna de las tantas mesas de pool que tiene en el centro del salón, comiendo hamburguesas y bajando cerveza de unas simpatiquísimas jarras que vienen con dispenser incluido, imbuído en el distinguido sonido de los tacos golpeado contra las bolas que -si te dejás llevar- hasta parece coreográfico.
(Juramento 2121, Belgrano)
8. Para fiesteros: La Puerta Roja
No, no es un bar clandestino de la época de la ley seca. Sólo se hace. Tudu bom, tudu legal. Tocás la puerta y entrás tranquilo, te tomás lo que quieras –o lo que puedas-, y bajás la guardia. En Puerta Roja la cosa es simple: tenés que ir con ganas de divertirte mucho, así, de forma descontracturada, jugarte unos partidos de pool y mientras atizás el taco, conocer gente de distintas partes del mundo. En pleno San Telmo, este bar recibe a cientos de turistas que se mezclan con porteños y algunos visitantes de otros barrios en medio de mucho rock and roll, y partidas que duran hasta la madrugada.
(Chacabuco 733, San Telmo)
9.Para los que se sienten solos: Bar Abierto
Si te sentís solo en este mundo, un desamparado del destino, podés ir a Bar Abierto y cambiar de opinión. Aunque sea por un rato. Queda en Palermo Soho, justo en frente de la concurrida placita Serrano, y suele haber tanta gente que parece que todo Buenos Aires está ahí. El lugar tiene capacidad para que coman 150 personas, y un primer piso para jugar al pool. No importa que el tumulto a veces haga difícil tomar la mejor posición para tirar. Lo importante, como sabemos, es ver gente linda y divertida.
(Borges 1613, Palermo Soho)
10. Para los curiosos y tradicionalistas: Los 36 Billares
Es tan tradicional que salvo algún despistado de tupper, nadieignora la existencia del bien porteño Los 36 Billares. ¡Qué linda suestética de finales de 1800, con esas farolas y ese aire que parece serel mismo que respiró Federico García Lorca cuando andaba por ahí juntoa los viejos románticos del tango! Además de absorber mucha historia,en el amplio subsuelo, donde están las mesas de billar, se pueden tomarclases para aprender las distintas técnicas y soñar con, algún día,competir con los mejores jugadores.
(Av. de Mayo 1271, Centro)
fuente: http://www.planetajoy.com/?Estan_de_moda%3A_10_bares_para_jugar_al_pool&page=ampliada&id=929